Ubicado en el corazón de la Isla de Chiloé, el Parque Tepuhueico es un tesoro natural de 20.000 hectáreas que ha estado bajo la custodia de una familia durante seis generaciones. Originalmente conocido como Fundo Quilán, este paraíso verde recibió su nombre actual en honor a la dedicación a la conservación que ha definido su historia.

La conexión de la familia con estas tierras comenzó en el siglo XIX, cuando el explorador inglés Robert Christie recibió estas tierras como recompensa por sus servicios al estado. Su nieto, Otto Sahr Christie, lo adquirió de él  en 1910, y en 1985, Patricio Aguirre Sahr, el bisnieto de Robert, tomó el relevo.

En 1990, Patricio enfrentó una decisión crucial cuando una empresa forestal francesa le ofreció una suma considerable para comprar el terreno. A pesar de las dificultades financieras y personales, eligió preservar el legado familiar y la integridad ecológica del parque. Para asegurar su conservación, vendió una pequeña porción de las tierras y reinvirtió los fondos en infraestructura turística sostenible.

Hoy, el Parque Tepuhueico es dirigido por Martín Aguirre, hijo de Patricio, quien continúa el compromiso familiar de proteger este ecosistema único. Bajo su liderazgo, el parque sigue siendo un refugio para especies endémicas y en peligro, y un destino imperdible para quienes visitan Chiloé. La familia Aguirre continúa trabajando para garantizar que este rincón prístino del mundo se preserve para las generaciones futuras, fiel a la visión de sus ancestros.